Janus’ Fortress II (2021)

‘Janus Fortress: Folkestone’, curated by Tamsin Dillon, is a multifaceted work located on the cliff-top overlooking the town. In ancient Roman religion and myth, Janus was the god of beginnings, gates, transitions, time, duality, doorways, passages, frames and endings, usually depicted with two faces. The sculpture I presented in Folkestone, which likewise presents two faces — one faced inland and the other gazing at the sea — symbolises the duality of borders: of looking outwards while protecting inwards, a dichotomy that both Brexit and the pandemic have made extremely pronounced.

The large sculpture was made out of a carefully calibrated plaster composite that resembles the chalk cliffs nearby, and its substance is similarly susceptible to weather and to human interaction, liable like the eroding cliff face to disintegrate over time. I cede sculptural control to the materials through the work’s built-in fragility and metamorphosis, and in this way I try ones again to accept mortality and not being able to control life. It is kind of “a monument to uncertainty”.

Once the plaster disintegrated completely, a concentric figure appeared from inside the sculpture; a crowned skull, constructed of a much stronger material than the first. This second sculpture also changes in time: the direction the crowned skull will look at. As party of a public playground, the black crowded skull works as a weather vane that people can direct. Death changes direction; where it is looking now is something that visitors can decide.

‘Janus Fortress Folkestone’ was part of the 2021 Folkestone Triennial, ‘The Plot’.

The crowned skull is currently installed in the park next to the building that houses the triennial offices.

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Janus Fortress – Folkestone, proyecto curado por Tamsin Dillon, es una obra polifacética ubicada en lo alto de un acantilado que domina la ciudad. En la religión y mitología de la antigua Roma, Jano era el dios de los comienzos, las puertas, las transiciones, el tiempo, la dualidad, las puertas, los pasajes, los marcos y los finales, generalmente representados con dos caras. La escultura que presento en Folkestone, que también presenta dos caras, una hacia el interior y la otra mirando al mar, simboliza la dualidad de las fronteras: mirar hacia afuera y proteger el interior, una dicotomía que tanto el Brexit como la pandemia ha hecho extremadamente pronunciada.

La gran escultura estaba hecha de un compuesto de yeso cuidadosamente calibrado que se asemeja a los acantilados de tiza cercanos, y su sustancia es igualmente susceptible a la intemperie y a la interacción humana, susceptible como la erosión del acantilado a desintegrarse con el tiempo. Cedo el control de la obra a los materiales a través de su fragilidad y metamorfosis inherentes, y así intento nuevamente aceptar un poco más la idea de mortalidad y no poder controlar la vida. Es una especie de “monumento a la incertidumbre”.

Una vez que el yeso se desintegró por completo, una figura concéntrica emergió del interior de la escultura: una calavera coronada, construida con un material mucho más resistente que la primera. Esta segunda escultura también cambia con el tiempo: la dirección a la que mira la calavera coronada. Como parte de un parque público de juego de niños, la calavera negra y abarrotada funciona como una veleta que la gente puede orientar. La muerte cambia de dirección; hacia dónde mira ahora es algo que los visitantes pueden decidir.

Janus Fortress Folkestone formó parte de la Trienal de Folkestone de 2021,» The Plot «.

La calavera coronada se encuentra actualmente instalada en el parque conjunto al edificio que la lugar a las oficinas de la trienal.

Photo credits: Thierry Bal, Tamsin Dillon, Pilar Quinteros, 2021 Folkestone Triennial